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Profesora ayudante doctora
Profesora ayudante doctora en el Departamento de Sociología y Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Salamanca.
Patricia Sánchez Holgado siempre quiso ser periodista:
«Todos mis recuerdos sobre lo que quería hacer de mayor son de una sola cosa. Mi madre cuenta que lo tuve clarísimo desde muy pequeña pero no sé decirte por qué, de dónde me viene ese interés originalmente, pero yo siempre tuve claro que quería ser periodista. Y siempre seguí ese camino. No tenía dudas sobre eso pero sí tenía muchas otras inquietudes, por ejemplo, yo era una fanática de la informática, me encantaba estar con el ordenador, pero programación dura, no solo diseño que también me encanta. En ese sentido siempre he sido un poco friki».
Para seguir su vocación se matriculó en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid y ahí, debido a un cambio de los planes educativos, descubrió que su vocación también podía ir por derroteros diferentes al periodismo:
«Cuando yo llegué a la facultad fuimos el primer curso de un plan nuevo. Los tres primeros años eran comunes para las tres carreras de la facultad: Publicidad, Periodismo y Comunicación Audiovisual. Y ahí es donde tuve ese clic: hice periodismo a la par que publicidad en esos primeros años y luego me decanté por publicidad porque me habían dicho que podía tener bastantes más salidas que el periodismo».
Ya durante la carrera, Patricia vio que allí faltaban prácticas:
«La carrera de Publicidad me gustó pero me pareció que era todo demasiado teórico. Me moví y me busqué prácticas en pequeñas empresas. Y eso me vino muy bien porque empecé a ver cómo era. También me metí en el periódico de la universidad. Yo era un poco culo inquieto que necesitaba hacer cosas. Y aquello me resultó súper divertido. Y una cosa que he mantenido a lo largo de toda mi vida es el placer por estar con diferentes personas en diferentes sitios y con diferentes grupos. Eso te permite tener una mente mucho más abierta».
Ella pensó siempre en trabajar en el mundo privado, es decir, dedicarse a la publicidad pura y dura:
«Cuando estudiaba no me plantee jamás dedicarme a la investigación o a la docencia. En mi campo y en aquella época no era nada habitual dedicarse a la investigación. Yo no conocía a nadie que lo pensara entonces».
Cuando acabó la carrera siguió el camino lógico de buscar trabajo en una agencia de publicidad:
«Desde que empecé a hacer prácticas al principio de la carrera siempre he tenido trabajo. Incluso en el verano de cuarto, me busqué unas prácticas en Ogilvy, que era una de las principales agencias de publicidad de aquel momento. Acabé la carrera y empecé a trabajar en una agencia en Madrid. Lo recuerdo como agotador, vivía muy lejos del trabajo, había mucho estrés, y estuve un tiempo pero decidí que quería volver a Barcelona. Estaba viviendo en la ciudad equivocada. Encontré trabajo en una empresa en Barcelona que estaba más dedicada a proyectos de comunicación y publicidad online y me fui allí. Al cabo de casi tres años volví a Ogilvy y llegué a ser directora de cuentas. Me lo pasé muy bien pero era una forma de vida diferente, no teníamos otra cosa más que el trabajo, había días que salía de trabajar a las dos de la madrugada y a las diez del día siguiente ya estaba en la oficina. Esto lo puedes hacer durante un tiempo pero si fuera hoy que tengo niños, familia y otra edad no aguanto este ritmo».
Tras unos años en Barcelona, se trasladó a Salamanca aunque siguió, durante un tiempo, trabajando en el mundo privado de la publicidad y la comunicación:
«Después de esto mi pareja y yo pensamos irnos a Madrid, pero finalmente me puse a buscar trabajo en Salamanca porque mi familia es de esa zona y me contrataron en lo que era en aquella época Caja Duero, porque necesitaban a alguien especialista en comunicación y publicidad. Durante los años en los que trabajé en el banco tuve a mis hijos así que yo, esa época de la maternidad la pasé muy bien. Pero llegó el periodo de fusiones de las cajas de ahorros. Sobreviví a dos pero a la tercera decidí que debía cambiar».
Y esa cuarta fusión que hizo rebosar el vaso de la paciencia de Patricia trajo para ella entrar en el mundo de la docencia y la investigación:
«El año anterior a dejar el banco me había matriculada en el doctorado para seguir por ahí. Siempre había tenido esa espinita pero lo pensé en serio cuando me vine a vivir a Salamanca. Cuando dejé de trabajar me dediqué plenamente a ello y empecé también de profesora asociada. El primer año lo pasé en la Universidad de Valladolid pero al siguiente ya me vine a la Universidad Pontificia de Salamanca».
Ahí, en ese nuevo ámbito, descubrió un mundo que ahora le absorbe:
«Me gusta mucho la docencia pero lo que me apasiona es la investigación. He tenido la ventaja de toda mi experiencia anterior, una experiencia en gestión de proyectos y financiera que hemos aprovechado en mi grupo y nos ha venido muy bien. Hemos sacado muchos proyectos y hemos tenido años de mucha producción».

En cuanto a la investigación que realiza, dedica su esfuerzo a líneas de plena actualidad:
«Mis líneas de investigación principales son la comunicación científica, y sobre todo, ahora estamos centrados en percepción social, en cuestiones de datos y percepción social de la IA. Estamos estudiando sesgos y participación en proyectos de ciencia ciudadana. Tenemos varios proyectos relacionados con esto. El de percepción social es un informe potente que está a punto de salir. En comunicación científica también estamos trabajando algo en formatos y medios. Y luego, tenemos una línea muy fuerte con proyectos europeos que está dedicada a discursos de odio. En esta tenemos muchos datos sobre los discursos de odio hacia poblaciones vulnerables, por ejemplo hacia migrantes o refugiados y también estudiamos la perspectiva de género. Además estoy abriendo ahora una línea de comunicación política relacionada con los discursos de odio y estamos estudiando la desafección de los jóvenes y la participación política».
En su opinión, los dos artículos que hasta el momento han tenido más importancia en su carrera son: “Discurso de odio y aceptación social hacia migrantes en Europa: Análisis de tuits con geolocalización” COMUNICAR, 71 (2022-2); e-ISSN: 1988-3293 y “Conocimiento y percepción de la ciudadanía española sobre el big data y la inteligencia artificial” ICONO 14, Revista de comunicación y tecnologías emergentes, 20(1), 2022. ISSN: 1697-8293:
«El primero de ellos porque supone una investigación vinculada a proyectos europeos de envergadura y que ha requerido mucho tiempo y esfuerzo. La publicación es en una de las revistas principales Q1 de nuestra área y es un buen logro y el segundo porque es resultado de mi tesis doctoral y de una de las grandes líneas de percepción social de la inteligencia artificial, así que es representativo también por lo que supone».
Patricia forma parte de la actual junta directiva de la asociación a la que llegó en el año 2018:
«Durante el doctorado teníamos un grupo multidisciplinar de Informática, Educación y Comunicación que hacíamos muchas cosas sobre vocaciones STEM, el 11 de febrero, etc… Y todas estamos ahora en AMIT».