Madrid, 7 de noviembre 2019. La Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) lamenta profundamente el fallecimiento de la científica Margarita Salas hoy en Madrid. Desde AMIT queremos trasladar un afectuoso abrazo a su hija, Lucía Viñuela, y a todos los familiares, amigos y amigas y discípulos y discípulas de Margarita.
Margarita Salas ha sido una de las científicas fundamentales de los últimos cincuenta años en España. Su calidad como investigadora está fuera de toda duda. También ha sido una formadora excelente; y por su laboratorio han pasado decenas de investigadoras e investigadores, muchos de los cuales ocupan hoy puestos clave en la ciencia española. Y sumado a todo esto y al resto de actividades que desarrolló sin parar durante sus ochenta años de vida, Margarita fue también incansable en la denuncia de la situación de discriminación de las mujeres en la ciencia. Ella misma reconocía que tardó en darse cuenta de ese hecho y de cómo había afectado a su propia carrera, pero una vez que fue consciente ya no se detuvo en la denuncia pública de esa discriminación.
Aunque quizá por encima incluso de su denuncia, de sus declaraciones en las que hablaba de los sesgos de género en la ciencia, está su propio papel como referente. Porque Margarita Salas era una científica conocida por la ciudadanía, algo que en un país como el nuestro en el que siempre se le ha dado poca importancia a la ciencia es casi un milagro. Y mucho más tratándose como en su caso de una mujer.
Margarita Salas era socia de honor de AMIT y en la asociación estamos profundamente orgullosas de haber compartido con ella la defensa de la igualdad para las mujeres en la ciencia. Le agradecemos enormemente que abriera un camino al visibilizar con su trabajo la existencia del resto de mujeres que hacemos ciencia; le agradecemos que hablara de la discriminación que había sufrido en su carrera; le agradecemos también que en su laboratorio siempre hubiera estudiantes mujeres. Y queremos recordarla como la incansable científica que ha sido. No la olvidaremos nunca.