Skip to main content

Desde AMIT nos sumamos a la tristeza por la muerte de Carmen Alborch. Era socia de honor de nuestra asociación desde 2014 cuando la elegimos por “su trayectoria política feminista y por su lucha a favor de la libertad y la igualdad de las mujeres desde la academia, el arte, la literatura y la política”. La presencia pública de Carmen Alborch ha sido siempre un soplo de frescura, de integridad y de enorme generosidad. Ella defendió incansablemente a las mujeres: nuestros derechos, nuestras libertades, nuestra integridad, nuestra dignidad. Carmen Alborch ha sido también un ejemplo de todo ello, de libertad, de integridad, de dignidad, de inteligencia, de generosidad. No olvidaremos todo eso ni tampoco la enorme sonrisa que la caracterizó incluso en sus últimos días en los que lanzó un genial desafío:

El feminismo ha mejorado la calidad de vida de todos los ciudadanos y por ello debería ser declarado patrimonio inmaterial de la humanidad”

aseguró el pasado 9 de octubre en su última aparición pública. Gracias, Carmen, recogemos tu reto y seguiremos luchando por él.