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Profesora Jubilada
Lluïsa Vilageliu acaba de empezar a disfrutar su jubilación después de una vida dedicada a la investigación en Genética.
En el bachillerato la asignatura de química fue la que más me gustó y cuando acabé lo tuve claro, me matriculé en Ciencias Químicas. Durante la carrera descubrí mi interés por la bioquímica y por esto decidí que me gustaría hacer la tesis sobre bioquímica. Fui al Departamento de Bioquímica pero en aquel momento no había plazas disponibles para hacer una tesis. Entonces, una amiga, cuyo compañero trabajaba en el Departamento de Genética, me dijo: “sé que en Genética buscan químicos porque quieren desarrollar una rama más bioquímica”. Les contacté y me aceptaron.
Los recuerdos de infancia de Lluïsa están ligados a la ciencia:
Desde siempre me interesaban más las ciencias que las letras. Cuando me decían: tienes que hacer una redacción sobre tal cosa, me daba una pereza terrible. Admiro mucho a la gente que escribe libros porque no soy capaz de hacerlo. En cambio resolver cuestiones científicas siempre me ha gustado.
Una vez que encontró su lugar en la bioquímica, su carrera fue encaminándose hacia la genética:
Empecé a hacer el doctorado en biología y, aunque la tesis fue principalmente bioquímica, basada en la purificación y caracterización de enzimas, poco a poco me fui adentrando en la biología y especialmente la genética Al acabar la tesis tenia interés en dedicarme a aspectos más médicos, relacionados con las enfermedades humanas. Y tuve la oportunidad de hacerlo porque al cabo de pocos años en el Departamento de Genética se inició una línea de Genética Humana que es en la que he trabajado desde 1990.
En cuanto al hecho de plantearse una carrera como investigadora siendo mujer, Lluïsa Vilageliu no creía que eso pudiera ser un impedimento:
En la facultad no pensé que pudiera tener más dificultades para dedicarme a la investigación científica por el hecho de ser mujer. Pero cuando tuve las niñas, tengo dos hijas, vi que sí, que en realidad dispones de menos tiempo para la ciencia porque te recae más dedicación familiar. Debes hacer el mismo trabajo que un compañero pero él hace menos trabajo en casa. Esta es la realidad. Pero discriminación clara no he sentido, ha sido más sutil.

En estos más de treinta años de carrera, Lluïsa Vilageliu destaca dos de los artículos que ha publicado.
Lo primero que abordamos en Genética Humana fue la búsqueda de mutaciones causantes de enfermedades lisosomales, que son enfermedades raras. Me hizo mucha ilusión la publicación en 1995 del primer artículo sobre las mutaciones de los pacientes españoles de la enfermedad de Gaucher, que es la enfermedad lisosomal más prevalente: Gaucher disease in Spanish patients: analysis of eight mutations en Human Mutation.
Y, luego, mucho más recientemente estoy muy satisfecha del trabajo que hemos realizado sobre modelos celulares. Las enfermedades en las que trabajamos tienen un deterioro neuronal importante, pero generalmente debemos hacer los estudios y ensayos terapéuticos en células que no son las adecuadas, como los fibroblastos (células de piel); evidentemente, las neuronas del paciente no están disponibles. Para solucionar ese problema hemos generado neuronas a partir de fibroblastos de paciente. Hemos desdiferenciado los fibroblastos a células pluripotentes inducidas (iPSC) y luego hemos diferenciado las iPSC a neuronas. Gracias a esta metodología ahora podemos hacer ensayos sobre neuronas de pacientes.
Este trabajo Activity and High-Order Effective Connectivity Alterations in Sanfilippo C Patient-Specific Neuronal Networks se publicó en 2015 en Stem Cell Reports, y fue parte de la tesis doctoral de un estudiante que ahora está en Suecia como post-doc y sigue con estas técnicas para otras enfermedades:
Sobre el futuro, Lluïsa Vilageliu lo tiene claro:
De momento aún dirijo una tesis doctoral junto a un compañero, con el que he codirigido toda la investigación sobre enfermedades de acúmulo lisosomal, así que voy a seguir yendo un día a la semana a la Universidad. Pero en cuanto se acabe esta tesis, dejaré la investigación. Me he dedicado a ello muchísimos años, me ha gustado mucho, pero este trabajo no es de poder continuarlo en casa. Necesitas un laboratorio. Ahora me voy a dedicar a otras cosas. En principio he planeado pocas actividades, lo que quiero es tener más tiempo libre, que he tenido muy poco durante todos estos años. Me gusta el arte, me gusta mucho viajar y me gusta leer. Seguro que voy a seguir leyendo temas de genética humana aunque no haga investigación, pero también quiero tiempo para leer sobre otros temas.
Su relación con AMIT viene de lejos:
Me apunté casi al inicio de su creación y lo hice por principios, porque creo que una asociación de mujeres científicas y tecnólogas tiene sentido y que si estamos todas juntas tenemos más fuerza. Creo en el papel de las asociaciones, en las de pacientes con las que he trabajado mucho y en las de mujeres, como AMIT. No tuve ninguna duda.